Cuando buscamos innovar en nuestras relaciones sexuales habituales, una de las opciones más interesantes es el consolador anal. Ya seas hombre o mujer, deberías probarlo porque te puede hacer vivir unas sensaciones muy interesantes que quizá te acaben gustando.
Muchas veces somos algo reticentes a probar este tipo de práctica. Es algo normal ya que estamos acostumbrados a tener sexo de la misma manera siempre, y cualquier pequeña variación nos cuesta un poco asimilarla. Tienes que pensar que un consolador puede ayudarte a encontrar el famoso punto G y trasladar tu idea del sexo a nuevo nivel muy especial.
Ventajas de un consolador anal para tus relaciones sexuales
Variedad
La primera ventaja que puede proporcionar un “consolador anal” a nuestras relaciones sexuales es que es capaz de ofrecernos una variación de lo más interesante. Imagina que la relación con tu pareja no va tan bien como debería. Esto es habitual ya que cualquier tipo de relación está sometida a un desgaste propio del paso del tiempo y de algunos pequeños problemas que pueden haber surgido.
Uno de esos problemas es que el hecho de costarnos con nuestra pareja se ha convertido en una rutina. Los juguetes sexuales pueden ser la solución a este problema. Nos van a aportar ese toque que es capaz de marcar la diferencia.
Nuevas experiencias
Uno de los puntos que tenemos que tener claro, a la hora de practicar sexo en casi cualquier ámbito de la vida, es que hay cosas muy interesantes que podemos hacer pero que dejamos pasar por que nos da miedo o vergüenza.
A la hora de practicar sexo, si queremos disfrutar aún más, tenemos que ir siempre con una mente bien abierta. De esta forma podemos estar expuestos a nuevas experiencias que nos pueden encantar.
Uno de los artículos sexuales más utilizados es el consolador anal. Es capaz de proporcionarnos una gran serie de sensaciones que nos van a encantar.
Solo o con tu pareja
Todavía podemos ir un paso más allá. Un “consolador anal” lo podemos utilizar tanto en nuestras relaciones sexuales habituales como en solitario. Tienes que pensar que el único límite lo impone nuestra imaginación, por lo que, si alguna vez decides que te apetece usarlo, nadie tiene porque saber que lo has hecho o lo vas a hacer. Otra de las ventajas es que son instrumentos muy discretos.