Sado para principiantes: consejos para iniciarse en este mundo
El mundo del sado puede ser muy estimulante siempre y cuando los dos miembros de la pareja estén dispuesto a mantener relaciones sexuales de ese tipo. Normalmente no es algo que se haga en las primeras prácticas sexuales con tu pareja, se necesita de un nivel de confianza algo mayor a lo habitual.
Si habéis decidido que ya ha llegado el momento de dar este paso tan especial queremos ayudaros dándoos cuatro consejos que os van a venir muy bien. Poco a poco os convertiréis en todo unos expertos en este mundo.
Privación sensorial: Prueba a vendarle los ojos para que no pueda ver lo que le estás haciendo. También puede utilizar música para que no pueda escuchar lo que haces… o conseguir un ambiente completamente insonorizado para que potenciar ese sentido. Al privar un sentido los otros se agudizan por lo que el placer se incrementa de una forma increíble.
Inmovilizaciones: También es muy interesante atar a tu pareja (eso sí, asegúrate de que las ataduras no sean demasiado fuertes para evitar sensación de agobio) Al dejar que nos ate estamos cediendo el color frente a nuestra pareja… por lo que ya te puedes imaginar lo excitante que eso puede llegar a ser.
Palabra de seguridad: Antes de hacer nada tenéis que acordar una palabra de seguridad por si hay alguna práctica que no os guste. En el momento en el que sea dicha es práctica debe de finalizar sin ninguna excusa.
Pequeños azotes: Los azotes son una buena manera de empezar en el mundo sado. Colócala entre tus rodillas, bájale las braguitas y empieza a darle poco a poco hasta que la zona quede enrojecida. Acompaña esta práctica con suaves caricias para poder relajar la zona antes de seguir dando azotes.