Líneas hotline

¿Qué aprendes al trabajar en líneas hotline?

Una de las cualidades que debe cumplir una teleoperadora para trabajar en líneas hotline es establecer una relación de confianza con el cliente. Gracias a esta confianza, el usuario empezará a desvelar todo tipo de detalles de su vida íntima, incluso hasta sus fantasías más oscuras, aquellas que nunca ha confesado a nadie.

Según los testimonios de los trabajadores de las líneas hotline, el truco para aguantar el día a día está en dejarse llevar, en dejar a un lado todo aquello que se considera “prohibido” o no apropiado (en relación con el erotismo) y dar al cliente lo que necesita.

Las líneas eróticas actuales están estructuradas cómo si se tratase de una web pornográfica: se pueden encontrar categorías cómo “rubias tetonas”, “culonas”, “18 años”, “asiáticas”, “africanas”… Sin embargo, muchas empresas fraudulentas se aprovechan de estas categorías para atraer al cliente, aunque luego lo derivan a la misma chica. Y no hay ningún truco, no hay micrófonos o dispositivos informáticos que permiten cambiar el habla. Los trucos se los tienen que inventar las propias chicas que trabajan en estas líneas: por ejemplo, pueden cambiar su nombre, el acento, la velocidad de la voz… estos recursos les permiten asumir nuestras personalidades, con mayor o menor acierto.

Una de las ventajas de las líneas hotline es que cualquiera puede trabajar en ellas, con independencia del físico. El empleado puede estar en pijama, ya que lo único que tendrá que hacer es convencer al cliente de que no lo está. Si esté le pide que se ponga lencería fina, la operadora tendrá que tomarse su tiempo, utilizar el vocabulario y tono adecuado para convencerle de que esto está ocurriendo. Si no es lo suficientemente convincente, o si no se deja arrastrar a este juego, lo más probable es que pierda ingresos importantes.

En cualquier caso estamos hablando de un trabajo más, un trabajo que muchas veces no entiende de horarios, en los que se puede estar disponible tanto de día, cómo de noche, cuyo salario dependerá de nuestra habilidad de mantener al cliente al teléfono durante mucho tiempo.

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